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taberna modesto faro

La Taberna Modesto de Faro

Todos tenemos nuestros bares y restaurantes especiales, aquellos que tienen algo especial que nos hace volver una y otra vez. Quizá no sean los más lujosos, en los que se come mejor o los más baratos, pero tienen algo que nos hace recordarlos como únicos. La Taberna Modesto es un restaurante con terraza realmente especial en el centro histórico de Faro.

Quizá el Algarve no sea la mejor región de Portugal para disfrutar de la gastronomía. El hecho de que sea una zona turística ha hecho que tanto los platos como los precios se hayan visto influidos por los gustos extranjeros, especialmente en localidades como Albufeira. La gastronomía tampoco es tan variada como en otras zonas del país, aunque destaca en las cataplanas de pescado (guiso en una olla especial al vapor) y algunas localidades presumen de buen marisco. Otras de las especialidades son los pescados y carnes a la parrilla, llamados «grelhados».

Taberna Modesto Faro

Taberna Modesto, en el centro de Faro

Precisamente, los grelhados son la especialidad -y casi los únicos platos- que se pueden encontrar en la pequeña taberna que nos ocupa, situada en pleno centro histórico amurallado de la ciudad de Faro, la capital del Algarve. La Taberna Modesto es un bar restaurante cuyo interior es muy pequeño, prácticamente mínimo, pero que dispone de una excelente terraza que ocupa todo el callejón en el que se ubica. Está situado en la Rua do Arco, a unos 100 metros al sur de la Catedral y el Largo da Sé y es necesario callejear un poquito por las calles adoquinadas del centro amurallado de Faro para encontrarlo.

Su encanto reside, principalmente, en su terraza, formada por mesas que se van juntando para formar filas largas, ideales para comidas de grupos. Ocupa la parte adoquinada del callejón, dejando un paso estrecho para los escasísimos coches que se aventuran a entrar por las calles del centro y adueñándose de todo el centro del mismo, rodeado de edificios bajos e históricos. Destaca tremendamente el silencio, sobre todo por la noche, que hace disfrutar de cenas pacíficas y de la buena comida rodeado de un ambiente tranquilo y en penumbra.

Para disfrutar al máximo la terraza, no obstante, hay que aliarse con el tiempo. Los días de sol suave y las noches de verano son las mejores para disfrutarla y tendremos que olvidarnos de ella durante los escasos días lluviosos que nos encontraremos en el Algarve. Es una opción excelente para comer en Faro entre la primavera y el otoño.

La cocina es sorprendente. Se basa casi exclusivamente en una parrilla al aire libre, colocada junto a la pared del establecimiento. En ella se van preparando los diferentes platos que se ofrecen. La variedad de la carta, la verdad, es bastante escasa y se centra en platos de carne y pescado a la parrilla acompañados de guarniciones de patatas y excelentes ensaladas. Entre las carnes destacan las chuletas y las salchichas, mientras que los pescados más típicos son las sardinas, los jureles o carapaus y la dorada. Todos ellos, excelentes. A esto se le une, además, un gran postre de la casa elaborado a base de natillas, nata y galleta, único para cerrar una comida muy agradable.

Es un lugar ideal para ir a comer o cenar con grupos de amigos turistas o, también, para relajarse después de un día descubriendo el Algarve mientras se disfruta de una excelente parrillada. Los precios, además, son muy económicos. Dependiendo del plato, el menú completo -incluyendo entrantes, plato principal, bebida, postre y café- estará ligeramente por encima o por debajo de los 10 euros.

En resumen, un restaurante con muchísima personalidad, que no destaca por la calidad o variedad de su cocina, pero que cuenta con una terraza en un entorno tranquilo e histórico que le da un carácter especial. Nunca falta en nuestras rutas por Faro y el Algarve.

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El tren del Algarve

Ya sabéis que en VoyaInternet somos muy aficionados a las líneas de trenes que tienen algún tipo de encanto especial. No son necesariamente las más modernas, ni las más rápidas, pero nos han llamado la atención por romper el carácter impoluto y aséptico que cada vez más está cambiando el carácter de los trenes.

Hoy nos vamos al sur de Portugal, donde la línea de tren del Algarve atraviesa la región de este a oeste desde Vila Real de Santo Antonio, junto a la frontera española, hasta Lagos, pasando por Faro -la capital- y varias de las ciudades principales de la región.

Durante nuestro reciente viaje al Algarve, esta línea de ferrocarril fue nuestro principal medio de transporte para conocer la región. No es excesivamente rápido -los cerca de 150 kilómetros de la línea de tren del Algarve se recorren en algo más de tres horas (transbordo en Faro incluido)-, pero recupera el placer de viajar de modo sencillo y de poder presenciar paisajes de campo y mar desde una ventanilla bajada, algo que se echa mucho de menos en los trenes modernos. Es, además, una fantástica oportunidad para conocer el Algarve en bicicleta, ya que hay espacios acotados para ella en todos los trenes y paciencia y ayuda del personal para subirlas y bajarlas del mismo.

Trenes en el Algarve

La mayor parte de las líneas regionales de media distancia en Portugal no están dotadas de trenes especialmente modernos. Esto, que para el viajero escrupuloso es todo un tormento, añade un plus de autenticidad al viaje para los amantes de los trenes. En este caso, en la línea de tren del Algarve estamos hablando de trenes de gasoil, ventanillas abatibles y asientos algo pasados de moda, que exhibían orgullosamente placas en las que figuraba mayoritariamente como fecha de construcción los años 77 y 78 del siglo pasado. No alcanzan grandes velocidades, aunque tampoco la distancia entre estaciones y apeaderos es tan grande como para que sea necesario. Son trenes dignos y totalmente funcionales, aunque no precisamente modernos.

Tren Algarve

Los trenes regionales de la línea del Algarve son algo anticuados, pero cumplen muy bien su labor.

Eso sí, no llegan a la sensación de viaje en el tiempo que sentí en el tren diminuto y muy antiguo que- en mi último viaje, hace apenas 5 años- hacía la conexión entre Casa Branca y Évora y atravesaba, con una velocidad mínima y muchísimo ruido, soberbios paisajes de dehesas alentejanas. Me consta que están reformando la línea- y que probablemente cierre por culpa de la crisis- pero ojalá pudieran mantener aquellos trenes que son, sin duda, los más pintorescos de Portugal.

Faro: La estación central del tren del Algarve

Volviendo a la línea de tren en el Algarve, aunque su trayecto oficial sea de Lagos a Vila Real de Santo António, su estación principal es Faro, la capital de la región. La mayor parte de los trayectos tienen origen y destino allí y la mayor parte de las veces es necesario cambiar de tren en ella. Faro es un punto especialmente importante, ya que la estación está situada muy cerca del centro de la ciudad y, además, dispone de un autobús urbano que la conecta con el aeropuerto, por lo que es la estación que suelen utilizar quienes llegan al Algarve por vía aérea. De allí salen también los trenes directos -incluso los modernos y rápidos Alfa- que se dirigen a Lisboa, si bien la línea no se bifurca hacia el norte hasta llegar a Tunes, ya bastantes kilómetros hacie el oeste.

Estación de Faro

Estación de Faro

La estación de Faro responde al estilo típico que nos vamos a encontrar en toda la línea de tren del Algarve: Un edificio de color blanco, adornado con azulejos y con una característica marquesina en el andén principal. Las estaciones de la línea -exceptuando la moderna terminal de Lagos y el enlace en Tunes-, conservan este aspecto tradicional y casi uniforme, muchas de ellas con columnas muy características de hierro forjado sustentando la marquesina. En algunas de ellas, abandonadas y convertidas en simples apeaderos, el tiempo va haciendo estragos, pero las de las principales ciudades se conservan de un modo excelente.

Al este de Faro: Olhao y Tavira

Dividiendo la línea de tren del Algarve en dos desde Faro, hacia el este nos encontramos con la salida de la capital y las ciudades de Tavira y Olhao. En esta zona, la línea va en la mayor parte de su recorrido paralela al Parque Natural de la Ría Formosa, por lo que no es extraño encontrarnos con la visión de flamencos en algunas de las marismas de la zona (especialmente a las afueras de la ciudad de Faro). Es también muy llamativa la entrada del tren en Faro por el este, ya que atraviesa el centro urbano, rodeando la muralla de la ciudad antigua y pasando entre ésta y las marismas.

Especialmente interesante es la posibilidad de acercarse con este tren del Algarve a la pequeña ciudad de Tavira, a unos 45 minutos de Faro, con un bonito centro histórico. Además, desde Tavira y la algo más comercial Olhao, tenemos acceso a los barcos que nos llevan a las enormes playas de las islas de Tavira, Armona y la Culatra, mucho menos saturadas que las de la parte oeste de la región.

Al oeste de Faro: Silves, Lagos y Portimao

Por su parte, la parte del tren del Algarve situada al oeste de Faro bordea por el interior la parte de turismo masivo de la costa algarvía y nos ofrece bonitos paisajes de campo. En esta parte de la ruta hay que tener cuidado con los nombres de las estaciones, ya que varias de ellas nos refieren a ciudades que están separadas de la línea por varios kilómetros y nos puede crear bastante confusión. Son los casos de Loulé, Albufeira, Quarteira o Vilamoura, situadas muy lejos de los nucleos urbanos. Algo más cerca, pero aun a un pequeño paseo de dos kilómetros, está el pueblo de Silves, cuyo casco histórico y castillo merecen una visita.

El tren del Algarve vuelve a acercarse al mar al llegar a Portimao -junto con Faro y Loulé, dos de los núcleos comerciales y administrativos del Algarve-. Antes de llegar, aún atravesaremos el río Arade a través de un puente de hierro situado en su parte más ancha. Desde all, y hasta llegar a Lagos, el tren vuelve a ir paralelo a la costa, entre campos de golf en construcción y playas amplísimas, como Meia Praia, ya a tiro de piedra del final de la línea.

El recorrido de la línea del Algarve acaba en la moderna terminal de Lagos, ciudad algarvía típica donde las haya, que ha sabido combinar perfectamente la tradición y el patrimonio local con un turismo de calidad apto para jóvenes y personas maduras, a diferencia de otros entornos más masificados, como el de Albufeira.

Frecuencias, horarios y precios de trenes en el Algarve

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Bicicletas en un apeadero de la línea del Algarve.

Como en la mayoría de trenes regionales de Portugal, los precios para viajar en tren por el Algarve es muy económico. Recorrer toda la línea desde Vila Real de Santo Antonio a Lagos sale por poco más de 8 euros y desde Faro a cualquier otra estación el precio no subirá nunca de los 5 euros y medio.

En resumen, esta línea de tren del Algarve puede ser todo un descubrimiento para los amantes de los viajes tranquilos y los trenes tradicionales. Un recorrido pausado, sin prisas, teniendo la oportunidad de conocer las ciudades más típicas del Algarve y también las más turísticas. Lo mejor es descargarse el horario en PDF y planificar el viaje con calma. Las frecuencias no son especialmente abundantes, pero tampoco escasas.

Comboios de Portugal, la entidad gestora de los ferrocarriles portugueses, ha lanzado una guía fantástica para conocer las diferentes rutas turísticas de sus trenes regionales que, seguramente, harán las delicias de los aficionados a este medio de transporte. Podéis encontrarlo en este enlace. Altamente recomendable.